Casi todas las sustancias que utilizamos en la limpieza doméstica son tóxicas y contaminantes. Quitamanchas, lejías, ambientadores, disolventes, lavavajillas, abrillantadores para plata, limpiahornos, desatascadores… constituyen un auténtico arsenal químico en nuestros hogares. Por un lado contienen sustancias que irritan la piel, provocan alergias y causan reacciones sensibles en los ojos, la nariz y la garganta, además de dañar los pulmones. Por el otro se trata de sustancias contaminantes del aire, el suelo y el agua. Como habitantes de este planeta, tenemos en cada acción una importante decisión: ¿Queremos poner nuestro granito de arena en el deterioro o lo queremos poner en la conservación? En el caso de la limpieza, podemos elegir llenar nuestros armarios de productos químicos y tóxicos o podemos emplear remedios caseros, biodegradables, de esos que ya conocían las abuelas, y que son más suaves… para nuestras manos, para las superficies lavadas y para el medio ambiente.
Fondo de armario
Los ingredientes que conforman un limpiador casero suelen ser básicamente los mismos, combinados de distintas formas para los distintos fines. Algo muy parecido a lo que ocurre con los limpiadores comerciales. ¿Qué ingredientes vamos a necesitar para que nuestra casa esté siempre impecable?
Vinagre blanco: Disuelto o puro, según la necesidad. Disuelve la suciedad, los restos de jabón y los residuos minerales, corta la grasa, absorbe los olores y se emplea como suavizante para la ropa.
Limón: Es antioxidante, desengrasante, desinfectante y tiene un olor refrescante. Además se usa en control de plagas (hormigas, pulgas…)
Jabones naturales: A base de sosa cáustica y aceites vegetales. No contaminan y no son agresivos para la piel. Son la base de muchos de los productos de limpieza ecológicos.
Bicarbonato de sodio: Combate los malos olores. Potente quitamanchas en combinación con otros productos.
Sal: Eficiente quitamanchas en alfombras, utensilio de cocina o derrames de grasa en la ropa.
Lavanda: Para aquellos acostumbrados a los agresivos productos comerciales, puede parecer que estas soluciones no son suficientes. Pero es necesario recordar que nuestro hogar no es un quirófano y no necesitamos productos tan asépticos. Aun así, si queremos que nuestro limpiador casero tenga efecto anti-bacteriano, podemos añadirle unas gotas de lavanda.
Recetas de la abuela
- Multiusos casero: 2 tazas de agua caliente + 2 gotas de jabón de castilla + 30 gotas de lavanda (¡no sirve para lavar cristales!)
- Detergente líquido: 3 litros de agua + 40 gramos jabón neutro sin glicerina + 3 cucharadas de bicarbonato. Mezclar y calentar.
- Limpiador de cañerías: Bicarbonato + jugo de limón. Tras unos minutos aclarar con agua bien caliente.
- Interior del inodoro y residuos del cabezal de la ducha: vinagre blanco puro.
- Desengrasante para el horno: bicarbonato + agua. Se crea una pasta espesa que dejamos la noche entera. Después limpiamos normalmente.
- Eliminar mal olor de la nevera: Dejar bote de bicarbonato abierto unas horas
- Fregasuelos: Vinagre o limón + jabón natural + agua caliente
- Espejos y cristales, encimeras de baño y cocina: Vinagre blanco diluido en agua (si se calienta esta solución en el microondas, aumenta su poder limpiador. Podemos rociar con esta solución templada las paredes de la ducha, dejar actuar unos minutos y aclarar)
- Mejorar aspecto de una alfombra: Aplicar capa de sal, dejar actuar, aspirar.
- Manchas en una alfombra: Aplicar bicarbonato. Frotar con un paño con agua. Lavar normalmente.
- Manchas de orina animal en alfombra: Aplicar bicarbonato. Frotar con un paño con vinagre. Lavar
- Mancha de grasa en la ropa: Verter sal, dejar actuar, lavar normalmente (con detergente casero).
- Ambientador: Mezclar en un plato zumo de limón + bicarbonato.
- Cobre: Limón+sal.
- Plata: Limón + bicarbonato.
Así, la lista de recetas caseras se hace infinita. Mayonesa para las hojas de las plantas, bicarbonato para la humedad de los libros, hielo para la vitrocerámica, limón y aceite para abrillantar los muebles… En internet hay vídeos que explican paso a paso como fabricar en casa nuestros propios productos de limpieza ecológicos, saludables… y, por supuesto ¡económicos!
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